Parecía que el curso no iba a terminar, pero sí, ya ha llegado a su fin.
Ha sido un curso diferente.
Muchos habéis sufrido situaciones muy, pero que muy difíciles, me consta.
La vida os/ nos ha dado una lección más: que nada es para siempre y que debemos esforzarnos por cuidar a aquellos que tenemos más cerca.
Como decía San Vicente, "saber más, para servir mejor". Buen y sabio consejo. Intentad formaros lo mejor posible para que en un futuro podamos ser capaces de combatir a los más feroces enemigos, como puede ser este virus que nos ha cambiado la vida en pocas semanas.
Me despido de vosotros con la esperanza de que podamos volver a las aulas y retomar esa normalidad que antes teníamos.
Disfrutad del tiempo libre, de la gente que os quiere,... y coged fuerzas para, si Dios quiere, volver a vernos en septiembre.
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